dissabte, 11 d’abril del 2009

"Visiones de España"

Otra de las cosas que he hecho es acercarme al MNAC a ver la exposición que recoge la obra más grande de Sorolla: “Visiones de España”. Dicho trabajo, le fue encargado en 1911 por el hispanista norteamericano Milton Huntington .
Cuando este mecenas visitó la exposición de Sorolla en las Grafton Galleries nació en él una gran admiración hacia el pintor y no dudó en hacerle un encargo. En principio, Huntington pensó en “un gran friso del salón de actos donde condensar toda la historia de España”. Pero los riesgos que conllevaba la pintura histórica eran bien conocidos por el maestro y convenció Huntington para derivar esa decoración hacia una serie de paisajes y de tipos de las provincias españolas. De este modo sustituyó la imaginación historiográfica por una mirada más geográfica de la España de entonces. Así, el artista quedó en libertad para elegir temas y detalles e inició su andadura. Sorolla viajaría por toda España con el fin de documentarse de los lugares y estudiar sus gentes para finalmente decidirse por una representación típica y tradicional centrada en argumentos como el trabajo y la fiesta. Motivo de dicha elección respondía a su interés por mostrar las capas populares como depositarias del carácter nacional.

Sorolla dedicaría los últimos ocho años de su vida activa a estos catorce grandes paneles que sumarían más 200 metros cuadrados de lienzos (que se dice rápido) y serían expuestos en una misma sala del Hispanic Society of America que debía convertirse en una biblioteca, pero que finalmente se convirtió en “La Sala Sorolla”.

En el siguiente video se muestran los murales de la exposición.



Por el orden en el que aparecen en el video, vamos a tratar de comentarlos.
Andalucía, El encierro (1914) El tema inicial de esta pintura describe una escena típica andaluza, en concreto se trataría de la vendimia de Jerez. Al parecer el maestro no encontró un paisaje en la zona que le atrajera y terminó por mezclar varios espacios como un campo y unas vías de tren que daban dinamismo a la escena y transportaban el paisaje rural de chumberas a la modernidad. Los toros aparecen en un primer plano ofreciendo un efecto prácticamente teatral, como si fueran a salir del lienzo. En un segundo plano se contemplan un grupo de mayorales. Sorolla jugó con el color.

Aragón, La jota (1914) Muestra una escena de bailes, de bailes típicos captando el movimiento y la estética. Las mujeres son las grandes protagonistas del lugar, y se puede contemplar a la perfección el peso de la tela de sus coloridos vestidos. Descubrimos aquí la sensibilidad con el detallismo que guarda el pintor incluyendo gran cantidad de elementos ornamentales en las figuras femeninas (pendientes, anillos, sombrero).

Ayamonte, La pesca del atún (1919)El tercero de los cuadros es el primero de la exposición. El lugar que representa, Ayamonte, le parecía a Sorolla un paisaje plagado de color que podía ofrecerle infinidad de construcciones. Escogió finalmente la playa y ofreció una conjugación perfecta entre el paisaje y los personajes. El blanco y el azul organizan el panel.
Noticia relacionada con este cuadro. http://bancaja.es/corporativa/prensa/fichanoticia.aspx?id=1091


Castilla, La fiesta del pan (1913) Después de recorrer Castilla y crear relatos de pastores, Sorolla construyó su mayor obra; plasmó en estos 14 metros de mural a una multitud de gentes como figuras espontáneas, con sus vestidos tradicionales, típicos de la provincia, y al fondo de éstos colocó la Ávila amurallada. Ofreciendo así una amalgama de motivos y personajes, que le daban una sensación de movimiento a la escena.

Cataluña, El pescado (1915) A Sorolla le pareció muy hermoso el puerto de Barcelona para representar un paisaje mediterráneo, pero tras pasear por él no terminaba de encontrar las escenas que buscaba por eso creó esta escena de trabajo, una especie de lonja improvisada encima de unas rocas de Lloret, por la zona de Santa Cristina. Es muy importante en esta composición el matiz de color, y de nuevo volvemos a encontrar el “eje sorollista” formado por el blanco y el azul.


Elche, El palmeral (1919)
Para realizar esta pintura que muestra la recogida de dátiles por una decena de jornaleras y un trabajador, Sorolla se esperó en Elche hasta poder captar los frutos ya maduros y disponerlos en el mural con su justo tono. Con éste cuadro el pintor quiso reflejar otro de los aspectos que le había pedido el mecenas el acercamiento entre la cultura española y la africana, haciendo uso de las palmeras. Destaca en la pieza la luz tamizada que imita a la neblina.


Extremadura, El mercado (1917) Después de visitar varias zonas de Extremadura el tren de Sorolla se detuvo en Plasencia. Y allí, los tipos montehermoseños que acudían cada martes al mercado local le dieron la idea para el cuadro que representaría a las tierras extremeñas. La luz del lienzo es invernal. Por motivos de salud la parte superior del lienzo tubo que acabarla uno de sus ayudantes.

Galicia, La romería (1915) Intenta dar en este cuadro una luz diferente, digámosles una luz del norte, del atlántico con un azul peculiar, y jugando con los puntos de luz. En el cuadro se muestra un importante trabajo de composición con un toque de comedia ya que Sorolla entrelaza en este mural una típica feria de ganado con una romería, y a las romerías no iban precisamente los ganados. Con esta conjugación el maestro trata de disponer en un solo cuadro toda la esencia de Galicia.


Guipúzcoa, Los bolos (1914) En esta pieza, en lugar de situar la acción en el centro de la pintura, directamente la quita de las escena. Simplemente pone el jugador en un extremo y la bola en diagonal hacia el centro. Pero todo el protagonismo lo adquiere la chica sentada en el centro de la pieza. Se observa un juego de miradas entre la chica y el otro hombre que está a su lado de pié con lo que se muestra su capacidad para captar momentos. Trata cosas más táctiles, más inmediatas con una visión más humana. El paisaje está organizado en torno al color verde reflejando la esencia del País Vasco con el Monte Igueldo.

Navarra, El concejo del Roncal (1914) Muestra una tradición que recuerda a un tratado de paz con Francia, se trata de un acto que se realiza cada 13 de julio en un pueblo llamado El Roncal desde 1375. En la pintura queda reflejada la procesión de las autoridades del valle del Roncal, vestidas con traje de época y con una bandera. Será la única de las pinturas donde pueda verse una figura autoritaria con motivo de reflejar su idea democrática de España.


Sevilla, El baile (1915) En este cuadro se hace patente más el simbolismo que el realismo. Sorolla se inspiraría en las festividades de la Cruz de Mayo para realizar el cuadro que presentará una escena muy españolista repleta de luz y color con mucho movimiento.


Sevilla, Los toreros (1915) Sorolla escogió una escena alejada de la lucha con el toro y pintó un paseíllo de las figuras antes de las corridas. Esas quince figuras masculinas aparecen vestidas de toreros en el centro, y los personajes se van traslapando unos con otros por diferencias de color en los trajes y las caras. Lo más llamativo es precisamente la definición de algunas de las figuras con otras que quedan emborronadas, unas en luz y otras en sombra, aludiendo a las dos partes propias de la plaza de toros.

Sevilla, Los nazarenos (1914)
Este oleo situaría su escena en la Semana Santa de Sevilla, concretamente en la procesión de la Virgen del Valle desde el convento de San Clemente. Los nazarenos dibujados miran directamente al espectador y se disponen como si estuvieran participando en una obra de teatro. Las preocupaciones principales de Sorolla para realizar estar obra se concentran en su intento de plasmar toda la plenitud del movimiento y la luz.


Valencia, las grupas (1916) Sorolla se dio una vuelta por la catedral de Valencia justo en el momento en el que se estaban realizando los preparativos de la procesión de San Vicente Mártir. Al contemplar tal escena llena de colorido, decidió recogerla para incluirla en sus “Visiones de España”. Se trata de una imagen llena de vida, colorido, luz, gente alegre… (no olvidemos que ésta era su tierra natal).

Detrás de los 14 lienzos hubo un gran trabajo. Para dar constancia de ello, la exposición también muestra al final de su recorrido algunos de los materiales que utilizó como estudios preliminares para su obra, por ejemplo fotografías de espacios que luego retrataría como plazas de toro, campos de cosecha... Además de la propia exposición, se ha preparado una muestra de fotografías de todo el proceso de restauración de las obras y otra sala en la que explica la historia de la Hispanic Society of America.


Tan sólo he estudiado un año de historia del arte, así que en esto de los cuadros no soy gran experta, pero recuerdo algunos aspectos básicos que me transmiten la necesidad de visionar con más cuidado las obras artísticas para poder apreciar la maestría de sus autores. Aunque confieso que me fascina más las historias que hay detrás de cada pieza que las propias piezas.
Hacía meses que no acudía al MNAC, y más aun que no veía una exposición en él tan concurrida. Era difícil visionar el cuadro en su totalidad sin que nadie se te interpusiera. Dificultad para contemplar las obras pero un signo positivo, ya que el arte sigue moviendo gente, y más aún en los tiempos tan duros que corren, donde las personas buscan “algo” que las recobije de tanta desesperación social.
Si de lejos la visión ha sido difícil, de cerca todo lo contrario. Por suerte la colocación de los cuadros en la exposición ha sido a una altura mucho más baja que en la sala de la Hispanic Society cosa que permite acercarse más al cuadro i comprobar las grandes, rápidas e aéreas pincelas que daba el energético maestro Sorolla. El hombre no escatimaba en el uso de los colores y marcaba con claridad los focos de luz y contraluz. La combinación del color y la luz muestra murales cargados de fuerza visual que transmiten sensaciones de movimiento.
Impresiona la magnitud de los cuadros y resulta comprensible la dificultad del trabajo, sobre todo para las partes más altas de los cuadros, contando que en aquella época el pintor solo disponía de una escalera fija, por la que debía bajar y subir cada día tropecientas veces.
Como ya he dicho, a mi me interesa más lo que hay detrás de todas esos cuadro y el aspecto psicológico del artista formaría parte de ese contexto que trasponla el cuadro y rodea la obra, condicionándola. Por eso tras detenerme frente a los cuadros y observarlos, empiezo distinguir elementos y extraer el qué de su existencia en el lienzo. En la obra de Sorolla, descubrí por sus cuadros que le debía gustar mucho comer, pues no en pocas ocasiones dispone a animales de tamaño considerable en primer plano. También me resulta un personaje divertido por las comedias que se dan en sus pinturas, como la colocación del ganado en una romería algo nada usual. Imaginación no le faltaba, puesto que mezclaba espacios reales e imaginaba escenas casi imposibles como un mercado sobre las rocas. El colorido de la obra puede hacer patente la mente abierta del artista, alguien nervioso, curioso, inquieto explorador de la realidad, vivaracho.

De todo el conjunto de su obra lo que más me ha impresionado es ver al final las fotografías de rostros españoles sobre los que Sorolla se había inspirado para realizar los rasgos de la cara de los personajes que pintó. Es interesante ver como coge esas facciones y la plasma creando rostros nuevos con aires tan absolutamente hispanos.
Por el conjunto de su trabajo me parece más que “Visiones de España” debería llamarse “Lo mejor de España”. Realmente la visión geográfica que da resulta especialmente subjetiva i algo filtrada. Muestra todo tan festivo, alegre, positivo…todo fiestas, alimentos…es como si solo revelara una cara de la realidad, la más amable, pero las realidad van más allá. Le faltan las calamidades, la tristeza y la agonía que son lo opuesto a sus cuadros pero que también formaron parte de la historia de España como lo forman de toda la humanidad. Porqué son aspectos que se complementan…sin haber sufrido, ¿Cómo se puede valorar o sentir la felicidad?… Es como muy superficial, como que no termina de profundizar en el alma del lugar descrito.
Quizá está amabilidad de temas en la colección se deba a su intención de que los americanos simpaticen con España, país profundamente castiga por la prensa norteamericana.

Para conocer más y mejor a este pintor, dejo este video.


Webs utilizadas:
http://www.mnac.cat/exposicions/exp_presents_f.jsp?lan=001&actualPage=null&id=00000040
http://www.lomejor.com/webmaker/portal/wmlink_3995
http://www.diariosigloxxi.com/texto-ep/mostrar/20080424150118
http://museosorolla.mcu.es/pdf/folleto_definitivo.pdf
http://www.eldebat.cat/cast/notices/sorolla_la_visio_mes_colorista_i_lluminosa_d_espanya_43253.php

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