diumenge, 24 de maig del 2009

El Psiquíatra Rojo

Hoy la cosa va de ensayistas, y yo le voy a dedicar a mi escrito, allí donde esté a un gran ensayista contemporáneo que nos dejó hace muy poquito tiempo: Carlos Castilla del Pino. Éste durante el franquismo fue conocido como el "psiquiatra rojo", por haber sido el adalid en España de un movimiento clínico e intelectual que luchó por humanizar el tratamiento del enfermo mental.




Castilla del Pino me gustaba por la profundidad de todo cuánto escribía. Se denotaba en sus palabras que conocía los resquicios de la mente humana. Entendía las profundidades de la mente y las vertientes más subjetivas que se adentraban en la cabeza del ser humano. Entiendo que vivía preocupado por la sociedad actual y quería descubrir siempre de donde provenía el mal para erradicarlo.
No fueron pocos los ensayos que escribió este psiquiatra: "Un estudio sobre la depresión. Fundamentos de Antropología dialéctica", 'Dialéctica de la persona, dialéctica de la situación', 'La alienación de la mujer', 'La culpa', 'Sexualidad y represión', 'Introducción al masoquismo', 'Teoría de la alucinación' y 'El delirio, un error necesario', galardonado con el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos, 1998. Tras todos estos ensayos se confirma que el autor heredó la tradición de la España de Ortega y Unamuno, en ese sentido más que su precisión científica lo que aporta con su pensamiento es su agudeza de espíritu y su alma crítica.

A pesar de moverse siempre entre mares subjetivos, pues su estudio se centraba en los sujetos, en sus obras parecía disponer condiciones objetivas, algo inalcanzable en su campo. Sabía y conocida de su entorno, su contexto y esto se sabe porqué sus ensayos están inmersos en la sociedad contemporánea, perfectamente detallada en la mente de los sujetos y diagnósticos mostrados.
Estudiaba las condiciones y los comportamientos intentando ligarlo todo con causas y consecuencias como si dispusiera del diagnóstico de la vida social y cotidiana contemporáneas.

Después de dibujar un marco general conceptual para el diagnóstico, partía de la forma más elemental de la vida social, la expresión, el lenguaje, para moverse hacia la estructura social de la sociedad post-industrial y del consumo. Después intentaba verificar lo que estaba determinando con los síntomas que se daban en la vida real dentro del marco que había delimitado.

Con una disposición crítica siempre se muestra optimista, con resoluciones positivas que propone criterios de superación, de seguir adelante, de hacer avanzar a la sociedad, intentar impedir que está se encalle, y se pierda en sus regazos.

Para terminar...una frase célebre del autor:
"El loco no puede reincorporarse a la realidad, está permanentemente viviendo su fantasía"

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