Culturing: Un superhéroe...

"Respetando otras opiniones, pienso que la sociedad actual está necesitada de héroes ejemplares -aunque no existan muchos en la realidad- porque estimulan lo mejor de las personas..." está cita del crítico de cine Michael Medved muestra la razón de ser de los héroes en una sociedad. ¿Pero a qué sociedad se referirá? Los sociedades, van avanzando, van cambiado y con ellas las realidades sociales que les envuelven. Los héroes que en un principio habían salido de historias orales, luego pasaron a los libros, y más tarde al cine y a la televisión. Con toda este proceso las generaciones también han cambiando los aspectos más destacados de los héroes tradicionales y éstos han ido desapareciendo para dar paso a otro tipo de héroes. Por un lado los héroes tradicionales han dejado de ser portadores de todo bien preciado, y presentan algunos comportamientos digámosle “traicioneros” como sería la fidelidad amorosa. Por otro lado la fantasía de poder volar, o contar con superpoderes, entre otras cosas, ha desaparecido. Y los nuevos héroes existen en la realidad, pueden ser de carne y huesos y tienen nombre y apellidos, como los futbolistas. Si volvemos a la cita de M. Medved y entendemos que los héroes deben estimularnos a prestar lo mejor de nosotros mismos, con el nuevo enfoque esto no puede llegarse a cumplir del todo, porqué los mismos héroes no dan lo mejor de sí mismos en todos los campos, solo son maestros en ámbitos concretos. Por esto creo que la sociedad debería volver adoptar a los antiguos heroes. Uno de los que propongo recuperar es el héroe por excelencia del cómic español: El capitán Trueno.

Éste, a pesar de mostrar siempre esa fuerza y esa dureza en sus aventuras, ya tiene más de medio siglo, pero sus historias creadas por el guionista Víctor Mora Pujadas y el dibujante Miguel Ambrosio Zaragoza siguen cautivando aunque nunca lo harían con la misma fuerza del principio.

El capitán nunca perdería su simpatía, ni tampoco su aspecto caballeresco hispánico, propio de la Edad Media, y siempre estará rodeado por sus fieles compañeros Goliath y Crispín y, en ocasiones, también por su novia Sigrid que es reina de la Isla de Thule. En sus va y bienes, jamás tendrá una flaqueza, la palabra reproche es desconocida y todo está supeditado a los ideales que mueven su mente.

Allí por donde pase, el héroe defenderá unos valores que irán mucho más allá de lo que habían representado la mayoría de personajes de la época. El Capitán Trueno difundirá aspectos mucho más universales y alejados de lo típico como la pugna contra "el moro" o la lucha contra los salvajes caníbales americanos…su persona iría ahora relacionado con lo que sería en la era actual el defensor de los derechos humanos. Algo que en su día crispó a los sectores más conservadores y provocó el recorte de algunos aspectos guionizados referidos a ámbitos religiosos, ideológicos o políticos.

Su ocupación vital no es fácil, sino todo lo contrario: arriesgada. El tipo se dedica a recorrer el mundo en busca de aventuras para poder plasmar su condición de luchador por el débil, defensor de la justicia y liberador de los oprimidos. En este aspecto logrará convertirse en un símbolo de libertad en la oprimida España de los años 60 y 70.
Pocos héroes como él puede presumir incluso de tener una canción dedicada especialmente.