
¿Qué es un comunicador cultural?
Cualquier ser humano. Yo creo que todos somos y tenemos adquirido una serie de valores y eso está condicionado por nuestro contexto. Nos gusta una música, unas comidas, unas pinturas, unas ropas...el ser humano está empapado de todo lo que recibe de su alrededor y al expresarse en los mismos términos automáticamente se convierte en comunicado, sin hacer falta una palabra. Cuando tu vas por la calle, y ves una mujer con tajes anchos, muy coloridos, piel oscura, pelo negro, joyas doradas, manos de gena...esa mujer te está comunicando, consciente o no, muchísimas cosas.
Relación entre ocio y cultura.
Es evidente que existe una relación entre el ocio y la cultura des de tiempos lejanos. Las prácticas culturales se daban en el tiempo libre y divertían al personal. Un ritual con bailes, unas canciones al amanecer...todo fue cambiando ya lo vimos en aquel cuadro donde el hombre iba cambiando su contexto, como consecuencia su cultura y también las formas de ocio. Pero no creo que necesariamente ocio y cultura deban ir unidas, porque hay gente que trabaja en asuntos culturales.
Es importante la estética.
Si. Lo primero que se ve es la forma exterior y dicha carta de presentación es incondicional. Aunque no se le quiera dar valor la estética es importante, pero nunca más importante que el interior que la esencia que aquello que no es percibidle por nuestros sentidos pero que dispone de una brutal riqueza.
En este apartado también puede incluirse el concepto de la Cultura estética, un fenómeno que relaciona lo real con lo ficticio, lo sentido con lo pensado, lo visto con lo soñado...es un nexo entre la contemplación y la creación. Y para una artista sea de la índole que sea esto es necesario porque valiéndose de la curiosidad ejercita su pensamiento.
Como situaríamos la ficción dentro de una producción cultural.
Sin ser humano no habría cultura y el ser humano necesita de la ficción para poder crear aspectos que de otro modo nunca lograría. La ficción le sirve para dar forma a situaciones subliminares, pero también para recrearse a sí mismo y poder observarse críticamente des de fuera.
Dentro de una producción cultural la ficción puede servir como referentes de identidades, formas de vida, expresiones... permitiendo describir y comprender hechos culturales del hombre, sus ideas y pensamientos así como sus manifestaciones.
En la producción dichos aspectos culturales pueden se pueden reflejar tanto en el comportamiento de los actores, como el mismo guión literario.
Relación entre un Blog y un ensayo
Un ensayo difícilmente podrá ser un blog, pero un blog puede mostrarse cada día como un ensayo. Puesto que en los ensayos se reflexiona sobre un aspecto sea de la índole que sea libremente, sin precisar una estructura determinada ni una documentación que lo verifique, cosa que también sucede en el blog. Lo de la voluntad de crear estilo ya es un tema más relativo, puesto que en blog no es pertinente ni característico servir siempre a un estilo, por ello podríamos concluir que el blog es mucho más libertario.



Éste, a pesar de mostrar siempre esa fuerza y esa dureza en sus aventuras, ya tiene más de medio siglo, pero sus historias creadas por el 




El tema inicial de esta pintura describe una escena típica andaluza, en concreto se trataría de la vendimia de Jerez. Al parecer el maestro no encontró un paisaje en la zona que le atrajera y terminó por mezclar varios espacios como un campo y unas vías de tren que daban dinamismo a la escena y transportaban el paisaje rural de chumberas a la modernidad. Los toros aparecen en un primer plano ofreciendo un efecto prácticamente teatral, como si fueran a salir del lienzo. En un segundo plano se contemplan un grupo de mayorales. Sorolla jugó con el color.
Muestra una escena de bailes, de bailes típicos captando el movimiento y la estética. Las mujeres son las grandes protagonistas del lugar, y se puede contemplar a la perfección el peso de la tela de sus coloridos vestidos. Descubrimos aquí la sensibilidad con el detallismo que guarda el pintor incluyendo gran cantidad de elementos ornamentales en las figuras femeninas (pendientes, anillos, sombrero).
El tercero de los cuadros es el primero de la exposición. El lugar que representa, Ayamonte, le parecía a Sorolla un paisaje plagado de color que podía ofrecerle infinidad de construcciones. Escogió finalmente la playa y ofreció una conjugación perfecta entre el paisaje y los personajes. El blanco y el azul organizan el panel.
 Después de recorrer Castilla y crear relatos de pastores, Sorolla construyó su mayor obra; plasmó en estos 14 metros de mural a una multitud de gentes como figuras espontáneas, con sus vestidos tradicionales, típicos de la provincia, y al fondo de éstos colocó la Ávila amurallada. Ofreciendo así una amalgama de motivos y personajes, que le daban una sensación de movimiento a la escena.
 A Sorolla le pareció muy hermoso el puerto de Barcelona para representar un paisaje mediterráneo, pero tras pasear por él no terminaba de encontrar las escenas que buscaba por eso creó esta escena de trabajo, una especie de lonja improvisada encima de unas rocas de Lloret, por la zona de Santa Cristina. Es muy importante en esta composición el matiz de color, y de nuevo volvemos a encontrar el “eje sorollista” formado por el blanco y el azul.
Para realizar esta pintura que muestra la recogida de dátiles por una decena de jornaleras y un trabajador, Sorolla se esperó en Elche hasta poder captar los frutos ya maduros y disponerlos en el mural con su justo tono. Con éste cuadro el pintor quiso reflejar otro de los aspectos que le había pedido el mecenas el acercamiento entre la cultura española y la africana, haciendo uso de las palmeras. Destaca en la pieza la luz tamizada que imita a la neblina.
Después de visitar varias zonas de Extremadura el tren de Sorolla se detuvo en Plasencia. Y allí, los tipos montehermoseños que acudían cada martes al mercado local le dieron la idea para el cuadro que representaría a las tierras extremeñas. La luz del lienzo es invernal. Por motivos de salud la parte superior del lienzo tubo que acabarla uno de sus ayudantes.
Intenta dar en este cuadro una luz diferente, digámosles una luz del norte, del atlántico con un azul peculiar, y jugando con los puntos de luz. En el cuadro se muestra un importante trabajo de composición con un toque de comedia ya que Sorolla entrelaza en este mural una típica feria de ganado con una romería, y a las romerías no iban precisamente los ganados. Con esta conjugación el maestro trata de disponer en un solo cuadro toda la esencia de Galicia.
En esta pieza, en lugar de situar la acción en el centro de la pintura, directamente la quita de las escena. Simplemente pone el jugador en un extremo y la bola en diagonal hacia el centro. Pero todo el protagonismo lo adquiere la chica sentada en el centro de la pieza. Se observa un juego de miradas entre la chica y el otro hombre que está a su lado de pié con lo que se muestra su capacidad para captar momentos. Trata cosas más táctiles, más inmediatas con una visión más humana. El paisaje está organizado en torno al color verde reflejando la esencia del País Vasco con el Monte Igueldo. 
Muestra una tradición que recuerda a un tratado de paz con Francia, se trata de un acto que se realiza cada 13 de julio en un pueblo llamado El Roncal desde 1375. En la pintura queda reflejada la procesión de las autoridades del valle del Roncal, vestidas con traje de época y con una bandera. Será la única de las pinturas donde pueda verse una figura autoritaria con motivo de reflejar su idea democrática de España.
En este cuadro se hace patente más el simbolismo que el realismo. Sorolla se inspiraría en las festividades de la Cruz de Mayo para realizar el cuadro que presentará una escena muy españolista repleta de luz y color con mucho movimiento.
Sorolla escogió una escena alejada de la lucha con el toro y pintó un paseíllo de las figuras antes de las corridas. Esas quince figuras masculinas aparecen vestidas de toreros en el centro, y los personajes se van traslapando unos con otros por diferencias de color en los trajes y las caras. Lo más llamativo es precisamente la definición de algunas de las figuras con otras que quedan emborronadas, unas en luz y otras en sombra, aludiendo a las dos partes propias de la plaza de toros.
Este oleo situaría su escena en la Semana Santa de Sevilla, concretamente en la procesión de la Virgen del Valle desde el convento de San Clemente. Los nazarenos dibujados miran directamente al espectador y se disponen como si estuvieran participando en una obra de teatro. Las preocupaciones principales de Sorolla para realizar estar obra se concentran en su intento de plasmar toda la plenitud del movimiento y la luz.
Sorolla se dio una vuelta por la catedral de Valencia justo en el momento en el que se estaban realizando los preparativos de la procesión de San Vicente Mártir. Al contemplar tal escena llena de colorido, decidió recogerla para incluirla en sus “Visiones de España”. Se trata de una imagen llena de vida, colorido, luz, gente alegre… (no olvidemos que ésta era su tierra natal).


 Yo pisando una de las rocas de Bretún con más huellas.
 Yo y mi hermana en uno de esos dinosaurios.
 Yo con Sara antes al terminar la peculiar visita.




